Q


uedó la marca de sus labios en aquella copa vacía.
La soledad quedó instaurada en su vida.
Sabía que no volvería a verla y nada calmaría.
Sería incapaz de deshacerse de sus recuerdos, intuía que dolería.
Su perfume embriagador inundaba aquella habitación.
Nunca podría sacar aquel anillo insertado en su corazón.
La marca de aquellos labios grabada en su dolor quedaría.