L


legas cabalgando,
sobre un caos desbocado que,
se aferra y  extiende por mi piel.
Un orgullo lanza dardos envenenados y certeros
directos a corazón ajeno.
Me hieres.
Compresión de estomago a la mínima expresión.
Labios mordidos con desesperación.
Huella abierta imponiendo realidad,
arañas el alma sin compasión.
Fui un idiota pensando:
algún día cambiará.
Ya nada será igual.
Ese día no existe,
ese día es cada día,
es ahora.
Es un tiempo que pasa,
muy rápido,
se te escapa.
No puedes alterar mi conjunto.
No puedes mutar mi existencia.
Yo se quien quiero ser,
se que no me iré sin avisar y tu,
Tú piensa antes de volver a hablar.