L

a calle se ha llevado su sombra.
Se viste con traje de chapa y ya no me nombra.
Incertidumbre y sufrimiento desmedido.
He visto su espíritu huido.
Tenía el infinito tatuado en su mirada
ahora solo veo una fachada.
Corazón de hielo.
Pinto su camino de azul cielo.
Hoy le tiendo mi mano,
es mi gesto de ser,
Ser humano.

Deje que,
acaricie su alma,
caliente su corazón,
le abrace con calma.
Y deje que rompa su cascarón.