Sentado en aquel sillón de cuadros, con su cabeza apoyada en la oreja raída del asiento, siempre en la misma posición, frente a la ventana, mirando aquel viejo jardín gris.
Con su mano derecha se frotaba la frente y sonreía.
-“Cada día tengo nuevos recuerdos de ella, siempre será el amor de mi vida, pero me preocupa que le pase algo terrible y no pueda volver a verla.
-”Papá, Mamá hace seis años que no está con nosotros”
Malcom, con sus dedos arrugados y delgados hizo un esfuerzo sobre humano, abrió la ventana, miró fijamente al cielo y saltó.