Un día te soñé.



En aquel sueño visitaba una ciudad con tu nombre,  nunca pensé que mi viaje acabará aquí. No te equivoques este no es el final, es un nuevo viaje estando acompañado.

Se me quitaron las ganas de volver a viajar solo, quiero que me enseñes todo, todo tú todo.

Ahora sé que no llegué por casualidad a aquella ciudad, nunca me sentí perdido.

Aquí sigo, sintiendo explotar palomitas en el estomago cada vez que la ciudad respira, cada movimiento, cada temblor, cada cambio de dirección, los semáforos se detienen, me dejan pasear por todas las calles, se abren las puertas de las casas.

Me invade una sensación desconocida, sólo quiero avanzar y descubrir nuevos rincones.

Sentir como vive la ciudad, he descubierto que me hace feliz.