H


ace un tiempo no veía la luz,
vivía bajo un manto,
cataratas de llanto vomitaba
La palabra ya no bailaba.
Andaba acompañado pero siempre solo,
el tiempo corría despacio,
en la tristeza de mi palacio.
Llegaste volando sobre hojas de nogal
Realizaste un almerizaje de emergencia en mi corazón,
donde soplaba un frío y seco gregal.
Susurraste el escozor de mis heridas
Apagaste las llamas,
de sombras
y dudas.
Has zurcido mi cuerpo con seda y algodón
No quiero pensar en pasado,
Eres tú... La razón.